pensar en voz alta

En realidad no se muy bien qué escribir a estas horas de la mañana. Son las 7, me he despertado a las 5.30 para ducharme, repararme el desayuno, a mi y a los dos tortolitos de arriba. Sí, me estoy convirtiendo en una estupenda madre y ama de casa.
Me siento algo perdida, pero al mismo tiempo en harmonía conmigo misma, o al menos en el camino a la harmonía.
Muchas veces me pregunto quién soy, y cómo he llegado a ser lo que soy. Supongo que todo forma parte de un proceso de evolución en el que miles de veces te pierdes y te vuelves a reencontrar. Me pasan por la cabeza títulos de libros que me ayudaron a entender qué era encontrarse a uno mismo, libros que narraban historias de grandes sabios y de grandes perdedores, grandes hombres perdidos que se encontraron a sí mismos en un camino con espinas. Me acuerdo de la primera vez que leí el Alquimista, rondaría los 8 años y mamá me lo hizo leer porque ella se había enamorado del libro, pero a esa temprana edad no tenía ninguna idea de que significaba el mensaje del libro ni el porqué del tesoro escondido. Me acuerdo del Caballero de la Armadura Oxidada y de sus 3 castillos que claramente representaban 3 estados.
Me pasan también por la cabeza importantes momentos de mi vida en los que me he sentido sola, las veces en ls que me he sentido inmensamente triste y en las que me he sentido inmensamente alegre. Las dos son muy extremas, pero yo vivo de y por las dos.
Dicen que cuando te duele la cabea es porque algo en tu interior esta dando un gran cambio. No hablo de ciencia ni de lógica, hablo de...hablo de que llevo 24 horas con la mayor gripe del siglo. A pesar de ello he esquiado durante todo el día, estornunando encima de la nieve y con un poco de suerte, contagiado a media manada de americanos gordos que no sabían bajar por una verde.
Parezco gitana de lo morena que estoy. Ojalá.
Aquí me siento más en casa que en mi propia casa, y tiene algo que ver con vivir en civilización pero de relax total, pero bueno, eso ya lo contaré otro día.
Pienso mucho en mí ultimamente. Pienso en mi futuro, en lo importantes que son las decisiones que tome ahora, en las consecuencias de mis actos, en mi vida en Barcelona y en cuánto echo de menos cada milímetro de la ciudad (podría dibujar el mapa exacto, con la dirección de tráfico, los edificios y los respectivos mercadonas y OpenCors que hay por la ciudad, y no fallaría nada). Pienso en mi mejor amiga y en cómo está siempre para mí cuando más la necesito. Pienso en que mañana cumple 45 años y en que mi regalo le hará mucha ilusión.
Pienso en qué pasará a partir de Junio, en mi nueva casa, en mi nueva Zona, en mis nuevos amigos, en mi nuevo todo...
mi vida parece como un gran reciclaje constante. Me muevo, cambio de piso, de colchón, de talla de sujetador, de sartenes, de colegas, de...me acabo de cansar.
En realidad no se muy bien qué venía todo esto..supongo que reflexiones en voz alta, ya que hace bastante que no escribo lo que pienso internamente...ya llegará.
Mañana más sobre la tremena reacción de mamá cuando vea su regalo.
Ah! Se me olvidaba...a todos aquellos que me odiais, pensaba dedicaros una pequeña entrada a mi blog, pero ahora no tengo ni tiempo ni ganas...sólo algo breve: GET A LIFE! y dejad de obsesionaros leyendome, siguiendo mi vida, pensando y escandalizandoos por algo que es tan sólo otra de vuestras erroneas perspectivas de cómo deberían ser las cosas en la vida de alguien normal. Todos sabemos lo poco normal/común que soy. Unos me consideran especial, y pra los negativistas, osea vosotros, me llamais bicho raro o la creida...pero debo decir ante todo, que para los que me odieis...eternamente gracias. Me complace saber que pensais mucho en mí, aunque sea de manera destructiva, pero vuestra rabia y celos me hacen seguir adelante. Que aburrimiento si todos pensasen lo maravillosa que soy. Gracias por estar allí más que otros, porque sois vosotros los que me empujais a mejorar, así cuando un día haya conseguido lo que todos vosotros soñais os lo podré restregar en vuestra propia cara y agradeceroslo aún más invitandoos a comer al OMM o a algún restaurante con clase, porque ante todo, yo seré una persona con clase.