casita nº 11

Que curiosa llega a ser la vida en algunos momentos. Tanto, que en algunos momentos creo estar en otro cuerpo o haberme perdido por mundos empapados de interrogantes. Faltan 72 dias para mi gran examen de literatura inglesa y de alli ya empiezo mudanza. Pensando sobre mudanzas...me acuerdo de cada una de mis casas, cada una de mis habitaciones, empezamos por el piso de Balmes justo encima de la guarderia, luego el gran ático en Lincoln con la gigantesca terraza, mas tarde el ático en la misma calle pero 50 números más arriba, el cuarto piso fue en Séneca, y sí, también fue un ático. Mi último nido en Barcelona, y nunca mejor dicho, fue el de Rios Rosas. Vivir en el norte de la ciudad había siempre representado algo negativo para mí puesto que mi escuela siempre estaba más al sur, pero empecé a disfrutar tanto de los mediodías en mi terraza (lo sé, pasarme toda mi vida viviendo en diferentes áticos es genial) que parecía que mi casa era mi sitio favorito en el planeta. El sol, la ensalada de primer plato con las exquisitas recetas de mamá, el buen salmón a la plancha con limón y el buenísimo pan de 150.000 semillas de la panadería de Gran de Gracia, Bebo y Cigala como música de fondo o Los Simpson en días de buenos episodios...

Poco después de los buenos viejos tiempos partí rumbo a la lluviosa Inglaterra y mi primera casa. Fiveways no me acabó de gustar, no sólo por la localización, sinó por la gente. Me mudé a una gigantesca casa moderna y estéril en Hollingbury pero tampoco me acabó de gustar. A mi eso de comer queso congelado no me mola...

No seguiré explicando mis aventuras (des-venturas) pero 2 casas más acabaron por cansarme, y ya con mis últimas fuerzas decidí alquilar un pisito cerca de aguas tranquilas y aquí sigo, en mi precioso estudio que lleva soportándome ya 10 meses y lo hará por poco más.

Qué dificil me resulta despedirme de lo que ha sido mi casa durante los últimos 10 meses, pero aunque 10 meses de diga rápido, han sido largos e intensos 10 meses. No quiero pensar en las cajas que llenaré de memorias y recuerdos, de libros y fotos, de CDs, de ropa, de platos y cucharas, de bombillas y posters. Esas casi 24 cajas que trasladaran mi vida al este de la capital inglesa, pero lo peor creo que será dejar el espacio que lleva mi energía, el espacio que me representa a mi. Ese espacio que es Klea...que por mucho que lo ventilen, siempre tendrá un aire a mí. Que poco queda para dejarte casita mia, y que pocas ganas tengo de abandonar tus preciosas 4 paredes y tu enorme ventana...i'm gonna miss you so much.