Thursday

I repeat, I am dying

Morir a instantes se convierte en una mera rutina que empieza a dejarme indiferente ante cualquier sentimiento que contenga la excitación.
Ayer puse punto y final a la enfermedad que lleva meses ahogándome. Me parecen años de palabras oxidadas y promesas desvanecidas, como si todo se remontara a tiempos mitológicos. No consigo entender con exactitud cual es el proceso mental por el que se pasa para empezar a odiar a alguien. Yo solo he odiado a una persona en mi vida, pero no eres tu.
A mi no me basta con borrar tus huellas físicas o cybernéticas de mi vida, no me basta con ya no tener tu número, tu email, etc... será que porque me los se de memoria intento borrarlos de la parte trasera de mi cerebro. Tu fotografía colgada al lado de mi cama no ayuda mucho a olvidarte. El profundo sentimiento de dolor sigue sangrando cada vez más fuerte y no consigo sacarte de mi corazón, pero es porque yo me niego a olvidarte. Irene dice que igual estoy más enamorada de mis capacidades de amar que de tí mismo.
Te he comprado un libro, un libro que yo leí con 9 años y no entendí hasta los 15. He abierto una página sin mirar, y lo primero que he leído ha sido:
"why don't people's hearts tell them to continue to follow their dreams?" the boy asked the alchemist.
"Because that's what makes a heart suffer most, and hearts don't like to suffer."
y sólo me ha bastado eso para entender (me/te).
normalmente tu nunca dices nada, ahora soy yo la que no tengo nada que decir...

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