Complicite

Hace 3 meses compre a traves de la web de ryan el billete de ida y vuelta a Stockholm. 1 semanita entretenida, en pleno octubre, frio, mercados de navidad, invierno...mmmm...bien, cogeis la idea, verdad?

Ayer me desperte a las 6 am. Mire a traves de mi ventana y cogi el billete de avion, o lo que llega a ser lo mismo, el papel de la reserva.

Y dije: bien, hoy puedo hacer 2 cosas. O cojo un avion a estocolmo y desaparezco durante 1 semana o me quedo junto al grupo de Arte Dramatico y voy a ver 2 obras de teatro en el NT y el Barbican (situado justo al lado de Guildhall).

La mayoria pensareis: tonta de ti, vete a estocolmo que las obras ya las veras otro dia.

Pero algo me dijo que no debia partir a Suecia. Algo me dijo que debia quedarme en UK durante 1 apestosa semana mas, y yo en realidad nunca escucho mis pensamientos, sino a mi corazon. Pero esta vez el corazon recomendaba lo mismo.

Asi que deshice la mini maleta que habia hecho la noche anterior y con ciertas lagrimas derramandose por mis mejillas decidi salir a desayunar fuera ya que habia dejado partir un avion, por primera vez en mi vida.

Dos cafes y 1 croissant mas tarde, parti hacia la estacion de autobuses.

Dos docenas de adolescentes dormidos y medio desayunados me esperaban con bostezo para partir hacia el norte. Llegamos a eso de las 11.45 a SouthBank justo delante del National Theatre.

Despues de repartirnos los billetes y darnos permiso para fugarnos durante 3 horas, Mel y myself cruzamos Embankment Brigde con la idea de tomar un batido de datiles.

Todo se complico cuando de pronto nos vimos obligadas a juntarnos con un grupo de jugadoras de basquet noruegas rondando los 40, en pleno Trafalgar Sq para dar la bienvenida a noseque chorradas de Olimpiadas. A mi poco me sirvio la fiesta porque andaba mal de humor por todo el tema de la semana perdida.

Como mi amigo, el de los batidos, no estaba decidimos compartir un plato de Japanese Noodles del Wagasushi frente a Charing Cross St.

Casi tocaban las 12.30 cuando por fin habiamos conseguido comprar el dichoso batido que tanto esperaba y corriamos hacia el NT para no perdernos el Backstage Tour.

Hora y media mas tarde habiamos recorrido los millones de escalones entre Stage 1, 2 y 3.

La obra comenzaba a las 2.30. Hasta alli todo bien.

Katie Mitchell ya tenia buena fama y las obras la mejor pinta del mundo, clasificadas como obras de arte del siglo XXI y con 5 estrellas regaladas por TimeOut, The New York Times y The Guardian.

A las 4.30 yo ya me habia enamorado de sus acting techniques y como no del actor principal, al que mas tarde interrumpi en medio de una conversacion para pedirle un autografo y decirle que me gustaba su trabajo y su pecho desplumado. Creo que de no haber sido por la mujer mayor, hubiera salido de Southbank con su numero en mi movil. O al menos eso me gusta creer.

Poco despues nos dirigiamos todos con una sonrisa a The Barbican.

Aunque yo la obra ya la habia visto en el Festival Grec de Barcelona este verano, quise volver a compartirlo.

Asi pues, la obra comenzo a eso de las 7.45 y acabo tocando las 10.15. Complicite me habia conquistado, como se conquista a una mujer en la primera cita, y en la octava.

Corriamos hacia el autobus de vuelta al sur cuando senti mi corazon bombear fuerte.

El musculo me dio un vuelco y senti mariposillas en mi estomago, como cuando estas enamorado. Pense que tal vez era el hecho de haber visto a chicos del Central en los sillones de mi derecha y haber hablado con ellos sobre MPA pero resulto que aunque los 3 eran muy guapos, los que provoco mi reaccion no era eso.

Me habia enamorado pero no de alguien, ni de algo, sino del it. I was in love with it.

The whole essence of the plays and the use of those techniques with the combination of my passion for theatre only made me cry, but cry in happiness. Porque comprendi que mi pasion y mi amor por el teatro habia crecido hasta tal punto, que no necesitaba casarme ni tener hijos, que solo necesito Teatro.

El viaje de vuelta se hizo cortisimo. La mayoria de gente que llenaba el autobus roncaba como una masa de abuelos sesenteros.

Algunos intentaban leer Cosmopolitan y otros decian estar escuchando musica.

A mi lo unico que se me ocurria hacer era pensar en lo que habia visto e imaginarme a mi en esos escenarios en un periodo de 60 meses.

Asi pues, junto a mi prospectus de GSMD y todos los posibles folletos sobre los futuros actos en esos sitios, tales como The London Jazz Festival y otros tantos interesantes, me dirigia a casa con el corazon lleno de amor.