Monday

amores ridículos



él es bonito, es sensible y cariñoso. es muy miedoso. me gustan sus ojitos grandes y soñadores, me gusta su acento y su forma de hablar, me gusta que me diga que le encanto y que vendrá pronto. Y me gusta decirle cosas bonitas, que le esperaré y que las puertas de mi casa estan siempre abiertas, me gusta guastarle y me gusta que sepa que me gusta. Me gusta tanto que los dos tenemos miedo de lo rapido que todo pasa. Él tiene miedo de dármelo todo, y que yo le haga daño. Pero yo no le voy a hacer daño, porque me dejó su corazón a plazo ilimitado para que lo curara de los malestares. Él no lo sabe, pero yo también tengo miedo. Tengo miedo de decirle que me está empezando a gustar demasiado, que tengo miedo a volar tan alto que no vea el suelo, tengo miedo de volver a dar mi corazón y que me lo vuelvan a romper. Tengo miedo de empezar a quererle y de que no me quiera él. Pero las cosas bonitas como las playas pequeñitas y los ositos amorosos de mimosa y las chuches y caramelos del hombre del puente de Brooklyn con bufanda azul y guantes de piel hacen que cada dia piense más en él. Creo que poco a poco perderá ese miedo y empezará a pensar mejor de si mismo, que se empezará a querer más y a querer al mundo de otra manera, que se comerá el mundo y yo estaré allí, como la luna a las estrellas, y le guiñaré el ojo cada noche, y le besaré mientras babee y le diré tú puedes cariño. Y yo estaré allí, cada dia para él, para cuando me necesite, para cuando la conchi se niegue a cocinar, o cuando Fatima se ponga rebelde, o aunque se acuerde de las mujeres de su pasado, él y yo viviremos en sueños. El mundo dejará de existir

1 comment:

Miguel Bermúdez said...

...Y ante esto que puedo decir...

(Profunda suspiro...)

Gracias por ser así...