Es curioso cómo se acaban los años. No estaba preparada para algo así. No lo estaba, y es que muchos deben de pensar que la preparación no es necesaria, pero a mi entender es algo primordial. Dices adiós a un año, a unas experiencias vividas, a alegrías, llantos, penas, muchas cenas, algún que otro cigarrillo, amores, desamores, días de playa y demás. No las olvidas, pero las metes en algún rincón de tu trastero, las escribes en un diario que luego relees al cabo de unos años e intentas volver a captar el aroma del mar Adriático de aquel verano del 2007.
Me acuerdo de la entrada al 2007 como si fuera ayer.
Entré envuelta en nieve, mi rutina desde hacía ya unos años. Seguía soltera y enamorada a más no poder. Si mal no recuerdo, los primeros días del año se tropezó conmigo un guitarrista con mirada sincera y manos de pétalo. Llegó a engatusarme con una rosa la primera noche que nos conocimos. Como todas las cosas maravillosas, fue una casualidad encontrarnos.
Poco tiempo después el amor se convirtió en desamor y así acabo todo. Algo más tarde de sufrir mi primer desamor, se cruzó en mi camino un ángel de ojos nobles. Fue la persona a la que más llegue a querer en tan poco tiempo y a la que sigo queriendo con locura, pues por primera vez sentí que alguien me quería con la misma intensidad que yo a ella. Ya no es amiga. Ahora es hermana. Y a pesar de que tantísimos quilómetros nos distancien, los astros son puntos de unión, correos y llamadas telefónicas. Es alguien a quien estaré eternamente agradecida por haberse cruzado en mi camino, porque llegó en el momento y lugar adecuado.
El periodo escolar fue momento de grandes cambios, peleas y discusiones, histeria por vender algunos polvorones, olor a calles de granada, premios merecidos por los esfuerzos, alegrías, divorcios, pérdida de algunos viejos amigos y adquisición, por así decirlo, de nuevas personas en tu corazón, pero sobretodo, de mucha alegría.
La primavera no se quedó corta y como aseguraba el refrán, me alteró la sangre y todo mi ser. Abril fue mes de viajes y besos, de cumpleaños, y grandes decisiones. Un Abril difícil de olvidar, e imposible de almacenar en un diario o rincón perdido. Verano fue algo mas movido. Mientras volvía a la rutina de los baños nocturnos en el lago con mis amigos de toda la vida, otro hombre apareció para curar los daños del anterior, me volví a sentir amada y querida, por lo tanto también considero que 2007 fue un año de reparación sentimental. Junio me regaló a una personita de piel oscura con cara de pilla, zapatillas verdes y abrigo rojo putón, alguien quien pese a todos los obstáculos sigue detrás mío, con su perfume Dior, un cigarrillo y la obsesión por mi monedero, escuchándome llorar, reír a carcajadas, aguantando cada historia tras historia, siempre con tiempo para aconsejarme y aun conociéndola desde entonces es una de las personas a la cual más cosas he confiado y seguiré haciéndolo, pues es mi hada verde con sabor a chocolate caliente.
Agosto llegó y con ello, maletas llenas de memorias, fotografías antiguas, sonrisas llevadas por el viento de la Barceloneta, cartas de despedida, miradas tristes y de esperanza, canciones regaladas y abrazos robados. Barcelona lloro mi adiós y Londres amanecía radiante aquel 24 de agosto que aterricé en sus tierras para ocuparlas durante largo periodo.
Ahora, los británicos me consideran una de las suyas, con el mismo acento pero sin el pelo teñido de rubio Barbie.
Octubre a la vista, y puesto que mi nostalgia se había convertido en una más de las asignaturas de mi colegio, decidí volver a pisar tierras catalanas y sorprender a quienes más echaba de menos. Octubre me recordó a mi viejo y caluroso agosto, con más fotografías, reencuentros olvidados y arboles que ahora se habían desvestido.
Ahora soy klea 2008. Mentira. Me conozco y sé que seguiré cometiendo el error, incluso hasta finales de mayo, de escribir xx.xx.2007, e incluso mis profesores me bajaran la nota por ello.
Esta mañana, como cada mañana de 1 de enero me he vuelto a entusiasmar por el concierto de fin de año en Viena, como la primera vez que lo vi, con 9 años, y al igual que lloré con 9 años tocando en Danubio Azul, he vuelto a hacerlo este año.
07 fue tan bonito y tan lleno de preciosas vivencias que me niego a cambiar de año, así pues, yo me declaro seguidora del 07, y para mi 2008 no será mejor que el 07, porque es tan solo una prolongación de eventos espontáneos y solo basta con sumergirse en ello para captarlo.
Entré envuelta en nieve, mi rutina desde hacía ya unos años. Seguía soltera y enamorada a más no poder. Si mal no recuerdo, los primeros días del año se tropezó conmigo un guitarrista con mirada sincera y manos de pétalo. Llegó a engatusarme con una rosa la primera noche que nos conocimos. Como todas las cosas maravillosas, fue una casualidad encontrarnos.
Poco tiempo después el amor se convirtió en desamor y así acabo todo. Algo más tarde de sufrir mi primer desamor, se cruzó en mi camino un ángel de ojos nobles. Fue la persona a la que más llegue a querer en tan poco tiempo y a la que sigo queriendo con locura, pues por primera vez sentí que alguien me quería con la misma intensidad que yo a ella. Ya no es amiga. Ahora es hermana. Y a pesar de que tantísimos quilómetros nos distancien, los astros son puntos de unión, correos y llamadas telefónicas. Es alguien a quien estaré eternamente agradecida por haberse cruzado en mi camino, porque llegó en el momento y lugar adecuado.
El periodo escolar fue momento de grandes cambios, peleas y discusiones, histeria por vender algunos polvorones, olor a calles de granada, premios merecidos por los esfuerzos, alegrías, divorcios, pérdida de algunos viejos amigos y adquisición, por así decirlo, de nuevas personas en tu corazón, pero sobretodo, de mucha alegría.
La primavera no se quedó corta y como aseguraba el refrán, me alteró la sangre y todo mi ser. Abril fue mes de viajes y besos, de cumpleaños, y grandes decisiones. Un Abril difícil de olvidar, e imposible de almacenar en un diario o rincón perdido. Verano fue algo mas movido. Mientras volvía a la rutina de los baños nocturnos en el lago con mis amigos de toda la vida, otro hombre apareció para curar los daños del anterior, me volví a sentir amada y querida, por lo tanto también considero que 2007 fue un año de reparación sentimental. Junio me regaló a una personita de piel oscura con cara de pilla, zapatillas verdes y abrigo rojo putón, alguien quien pese a todos los obstáculos sigue detrás mío, con su perfume Dior, un cigarrillo y la obsesión por mi monedero, escuchándome llorar, reír a carcajadas, aguantando cada historia tras historia, siempre con tiempo para aconsejarme y aun conociéndola desde entonces es una de las personas a la cual más cosas he confiado y seguiré haciéndolo, pues es mi hada verde con sabor a chocolate caliente.
Agosto llegó y con ello, maletas llenas de memorias, fotografías antiguas, sonrisas llevadas por el viento de la Barceloneta, cartas de despedida, miradas tristes y de esperanza, canciones regaladas y abrazos robados. Barcelona lloro mi adiós y Londres amanecía radiante aquel 24 de agosto que aterricé en sus tierras para ocuparlas durante largo periodo.
Ahora, los británicos me consideran una de las suyas, con el mismo acento pero sin el pelo teñido de rubio Barbie.
Octubre a la vista, y puesto que mi nostalgia se había convertido en una más de las asignaturas de mi colegio, decidí volver a pisar tierras catalanas y sorprender a quienes más echaba de menos. Octubre me recordó a mi viejo y caluroso agosto, con más fotografías, reencuentros olvidados y arboles que ahora se habían desvestido.
Ahora soy klea 2008. Mentira. Me conozco y sé que seguiré cometiendo el error, incluso hasta finales de mayo, de escribir xx.xx.2007, e incluso mis profesores me bajaran la nota por ello.
Esta mañana, como cada mañana de 1 de enero me he vuelto a entusiasmar por el concierto de fin de año en Viena, como la primera vez que lo vi, con 9 años, y al igual que lloré con 9 años tocando en Danubio Azul, he vuelto a hacerlo este año.
07 fue tan bonito y tan lleno de preciosas vivencias que me niego a cambiar de año, así pues, yo me declaro seguidora del 07, y para mi 2008 no será mejor que el 07, porque es tan solo una prolongación de eventos espontáneos y solo basta con sumergirse en ello para captarlo.
1 comment:
Por lo que dices este 2008 no parece muy malo que digamos...ademas, el cambio de klea 2007 a klea 2009 sería muy grande ¿No sería mejor un cambio paulativo? año tras año como el resto de seres humanos...xD
En fin, tu sabras, tambien hay que decir que no eres como el resto ^
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